- ¿Por qué ruges de esa manera? -preguntó el joven príncipe-. ¿Qué te pasa?
-Hace doce años que me clavé una espina en esta pata -contestó el animal-. En todo ese tiempo no ha dejado de dolerme, y por ello me quejo desde que nace el sol hasta que muere.
-Hace doce años que me clavé una espina en esta pata -contestó el animal-. En todo ese tiempo no ha dejado de dolerme, y por ello me quejo desde que nace el sol hasta que muere.