Ocurrió que un día el yogui fue a visitar al jefe de un poblado y después de tocar unas piezas con el violín, pidió algo para comer.
El jefe del poblado le pidió le vendiera el violín, ofreciéndole por el mismo un elevado precio, pero el yogui se negó a venderlo replicando que el instrumento era su medio de vida.
El jefe del poblado le pidió le vendiera el violín, ofreciéndole por el mismo un elevado precio, pero el yogui se negó a venderlo replicando que el instrumento era su medio de vida.