
El hijo del jefe del poblado había aprendido música y en sus manos el violín daba unas notas tan maravillosas que causaba la emoción de cuantos lo oían.
Cuando todos los habitantes de la casa estaban ausentes, ocupados en sus trabajos en los campos, el espíritu que habitaba dentro del violín, salía del mismo y preparaba la comida de la familia.
Cuando todos los habitantes de la casa estaban ausentes, ocupados en sus trabajos en los campos, el espíritu que habitaba dentro del violín, salía del mismo y preparaba la comida de la familia.