- ¿No quieres reunirte con tus amigos, buen cangrejo? -preguntó con voz dulce la cigüeña.
-Ya quisiera, pero no veo la forma en que me podrás llevar.
-Te sostendré con el pico.
-No podrías, y quizás cayese por el camino.
-No tengas miedo -insistió el ave-. Te aseguro que te sostendré lo mejor que pueda.
El cangrejo reflexionó unos instantes.
-Ya quisiera, pero no veo la forma en que me podrás llevar.
-Te sostendré con el pico.
-No podrías, y quizás cayese por el camino.
-No tengas miedo -insistió el ave-. Te aseguro que te sostendré lo mejor que pueda.
El cangrejo reflexionó unos instantes.