Los cuatro amigos se sentaron a la mesa y comieron y comieron como para ayunar durante un mes. Cuando terminaron, apagaron las luces y buscaron acomodo para dormir cada uno a su aire y conforme a su naturaleza. El asno se echó en el patio sobre un montón de paja, el perro detrás de la puerta, el gato junto al fogón de la cocina y el gallo en una percha, y como estaban muy cansados del largo camino se echaron a dormir.