![El parque inundado por las aguas](/fotos_reducidas/4/7/1/01309471.jpg)
“Cállate,” dijo Raweno. “Sabes que supuestamente nadie debe verme trabajando.
¡Dáte la vuelta y cierra los ojos!”
Raweno moldeó las orejas del conejo, largas y alertas, exactamente como las del venado.
¡Dáte la vuelta y cierra los ojos!”
Raweno moldeó las orejas del conejo, largas y alertas, exactamente como las del venado.