ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: -Deseo tu bien, Cantaclaro. Tienes, amigo, cincuenta...

-Deseo tu bien, Cantaclaro. Tienes, amigo, cincuenta gallinas y no te has confesado ni una sola vez. Ven aquí, arrepiéntete, y te libraré de todos tus pecados sin burlarme de ti.
El gallo fue bajando de rama en rama hasta que terminó en las zarpas del zorro, que le dijo: