- ¿Está en casa la grulla?
-Aquí estoy –respondió la grulla.
-Cásate conmigo –le dijo el airón.
-No, airón, no quiero casarme contigo, tienes las patas feas, el traje corto, vuelas mal y, además no sé con qué podría alimentarte. ¡Vete de aquí, pasilargo! –dijo la grulla.
El pobre airón tuvo que marcharse tal como había llegado.
-Aquí estoy –respondió la grulla.
-Cásate conmigo –le dijo el airón.
-No, airón, no quiero casarme contigo, tienes las patas feas, el traje corto, vuelas mal y, además no sé con qué podría alimentarte. ¡Vete de aquí, pasilargo! –dijo la grulla.
El pobre airón tuvo que marcharse tal como había llegado.