La grulla meditó sobre lo ocurrido, y finalmente se dijo: “Me casaré co el airón, siempre es mejor que estar sola”.
Fue a casa del airón y le pidió:
-Airón, cásate conmigo.
-No, grulla, no te necesito. No quiero casarme contigo, no quiero que seas mi esposa. ¡Lárgate! –respondió el airón.
La grulla rompió a llorar de vergüenza y volvió sobre sus pasos.
Fue a casa del airón y le pidió:
-Airón, cásate conmigo.
-No, grulla, no te necesito. No quiero casarme contigo, no quiero que seas mi esposa. ¡Lárgate! –respondió el airón.
La grulla rompió a llorar de vergüenza y volvió sobre sus pasos.