El airón meditó sobre lo que había ocurrido y se dijo: “Hice mal en rechazar a la grulla; solo, me siento muy aburrido. Iré a buscarla y me casaré con ella”.
El airón fue a casa de la grulla y le dijo:
-Oye, grulla, he decidido casarme contigo. Por favor, acepta.
-No, airón, no te quiero por marido –respondió la grulla.
El airón regresó a su casa.
El airón fue a casa de la grulla y le dijo:
-Oye, grulla, he decidido casarme contigo. Por favor, acepta.
-No, airón, no te quiero por marido –respondió la grulla.
El airón regresó a su casa.