Una de ellas dijo:
- ¡Por mil demonios! ¡Qué olor a hombre hace nuestra habitación!
Y la otra mujer le explicó que era Hlini el que despedía aquel olor.
Enseguida las mujeres se acercaron hasta la cama donde dormía el príncipe y comenzaron a cantar:
- ¡Por mil demonios! ¡Qué olor a hombre hace nuestra habitación!
Y la otra mujer le explicó que era Hlini el que despedía aquel olor.
Enseguida las mujeres se acercaron hasta la cama donde dormía el príncipe y comenzaron a cantar: