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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Si, eran muy malos tiempos. Por suerte tenían buenos...

Si, eran muy malos tiempos. Por suerte tenían buenos vecinos y se ayudaban mutuamente en lo que podían. Pero las guerras no solo son duras para las personas. También son muy malas para los árboles. Todos los bosques alrededor de la casa habían sido heridos por el fuego de los cañones, o cortados para hacer hogueras que calentasen a los soldados. Cerca de la casa de Ana y Juan, que así se llamaban los niños de nuestra historia, una gran batalla había destruido todos los grandes árboles, pero un abeto joven seguía intacto. Era tan pequeño aún, que las balas de cañón le habían pasado por encima sin tocarlo.