A ésta hora comienzan a llegar a la ermita del Rocio los miles de rocieros y devotos llegados de toda España para esperar el "Salto de la Reja" que efectuarán los Almonteños durante las próximas horas. En un silencio mermado solamente por los rumores de los miles y miles de personas que pacientemente esperan durante horas el acontecimiento más esperado y deseado por los fervientes Almonteños, y que consiste en el salto literal de la reja que circunda el altar donde está depositada la Virgen del Rocio.
No se sabe cuando va a ocurrir, por lo que a partir de media noche comienzan a llegar los romeros que esperarán las horas que haga falta para ver como, a través de alguna de las puertas de la ermita, sale por fin la adorada Virgen del Rocio entre los vítores de la muchedumbre. A partir de ese momento solamente los Almonteños se turnarán para llevar en andas a la " Pastora" como ellos la llaman también, por toda la aldea del Rocio, parándose delante de cada casa de las muchas Hermandades que existen allí, donde se le cantarán sevillanas y se le dedicarán poemas que salen del corazón. Así hasta el medio dia del lunes, cuando de nuevo la devolverán al altar de su ermita.
Todo esto que os explico lo he vivido dos veces y puedo aseguraros que el ambiente es extremecedor, porque la devoción de cada persona se vuelve común a todas y cada una percibe la emoción de las demás como si fuera suya. En mi vida he sentido algo tan "especial" y con las personas que he hablado de éste tema, algunas sin ser muy religiosas, les ocurre algo similar. Es como si una mágia te envolviera.
Eso sin contar con los días previos, cuando ves llegar a las hermandades con sus carretas adornadas, los caballos y los bueyes engagalanados y los rocieros llenos de polvo y cansancio siguiendo al "Sinpecao" que es su estandarte, despues de llevar varios dias por los caminos polvorientos caminando y esperando a llegar para adordar a la Virgen. Cuando comienzan a vislumbrar la ermita su emoción se desborda y las lágrimas acuden a su ojos. Es un momento muy especial para ellos y para los que los esperan y los acompañan en el final del camino.
Os recomiendo que alguna vez lo viváis, no lo olvidaréis nunca.
A todos los rocieros y a toda Huelva les deseo de todo corazón una noche muy especial.
Besos a todos. Clarisa
No se sabe cuando va a ocurrir, por lo que a partir de media noche comienzan a llegar los romeros que esperarán las horas que haga falta para ver como, a través de alguna de las puertas de la ermita, sale por fin la adorada Virgen del Rocio entre los vítores de la muchedumbre. A partir de ese momento solamente los Almonteños se turnarán para llevar en andas a la " Pastora" como ellos la llaman también, por toda la aldea del Rocio, parándose delante de cada casa de las muchas Hermandades que existen allí, donde se le cantarán sevillanas y se le dedicarán poemas que salen del corazón. Así hasta el medio dia del lunes, cuando de nuevo la devolverán al altar de su ermita.
Todo esto que os explico lo he vivido dos veces y puedo aseguraros que el ambiente es extremecedor, porque la devoción de cada persona se vuelve común a todas y cada una percibe la emoción de las demás como si fuera suya. En mi vida he sentido algo tan "especial" y con las personas que he hablado de éste tema, algunas sin ser muy religiosas, les ocurre algo similar. Es como si una mágia te envolviera.
Eso sin contar con los días previos, cuando ves llegar a las hermandades con sus carretas adornadas, los caballos y los bueyes engagalanados y los rocieros llenos de polvo y cansancio siguiendo al "Sinpecao" que es su estandarte, despues de llevar varios dias por los caminos polvorientos caminando y esperando a llegar para adordar a la Virgen. Cuando comienzan a vislumbrar la ermita su emoción se desborda y las lágrimas acuden a su ojos. Es un momento muy especial para ellos y para los que los esperan y los acompañan en el final del camino.
Os recomiendo que alguna vez lo viváis, no lo olvidaréis nunca.
A todos los rocieros y a toda Huelva les deseo de todo corazón una noche muy especial.
Besos a todos. Clarisa
