Los orígenes del gato doméstico son también oscuros y controvertidos atribuyéndose a cruces o adaptaciones del gato montes Felis silvestris y del gato libio Felis lybica. Las momias de gatos faraónicos, encontradas en Egipto y que datan de períodos históricos muy diferentes, así como las representaciones pictóricas y escultóricas egipcias, permiten situar el origen del gato doméstico unos 2000 años a. de C. y por supuesto en el valle del Nilo. Las atribuciones mágicas y religiosas y las connotaciones mitológicas que envolvieron los orígenes del gato, fueron mucho más tarde, durante la Edad Media, trocadas en alusiones demoniacas y malignas hasta tal punto que, las persecuciones a que se hizo acreedor, parece ser que influyeron en el aumento de las poblaciones de ratas y en las subsiguientes epidemias de peste ocurridas en el Medievo.