Nunca indiferencia, el gato puede suscitar simpatia o aversión en grados más o menos intensos, pero siempre apasionando el ánimo a favor o en contra de su consideración como animal de compañía. Las facultades físicas de los gatos, a los que se han atribuido poderes sobrenaturales, son de una agudeza excepcional en condiciones normales y sus hábitos de cazador han propiciado aun más el desarrollo de los sentidos más necesarios para el felino.