Los pequeñuelos nacen con los ojos cerrados y van abriéndolos a partir de la semana de vida. Maman con avidez, durmiendo frecuentemente durante muchas horas. Es frecuente que gatas incluso muy cariñosas, se muestren feroces y recelosas con sus amos los primeros días después del parto, sin dejar que se aproximen a los recién nacidos.