Otra de las metas complementarias para estos canes consiste en el trasporte suave, pero firme, de las piezas hasta el lugar donde aguarda el cazador. La boca dura, que lleva a los canes a morder la pieza, incluso llegando a destrozarla, es un defecto muy grave, que puede haberse contraido al no iniciar la enseñanza con objetos inanimados o animales muertos. Las presas vivas tienden a moverse espasmódicamente, por lo que los perros, impidiendo que escapen, muerden y muerden hasta ematarlas