Si estamos decididos a compartir nuestra vida con un perro, sobre todo aquellas familias que nunca hayan disfrutado de esa experiencia, hemos de plantear una reunión en la que estén presentes todos los miembros del colectivo humano que viven bajo el mismo techo. La aceptación previa ha de ser unánime, de otra forma es mejor desistir y olvidar el asunto. Supuesta afirmativa esta voluntad expuesta, se deben enumerar cuidadosamente todos los factores contrarios, incomodidades y servidumbres que en nuestro modo de vivir va a suponer la irrupción de un perro: Desembolso económico constante. Originado por la alimentación, atención veterinaria, vacunas, medicinas, implementos, tasas municipales y seguros
voluntarios. Molestias y atenciones: Variables en intensidad, de mayor a menor, correspondientemente a la edad de cachorro, joven y adulto. Obligaciones de salidas periódicas a la calle y adiestramiento elemental. Tendremos que limpiar suciedades y soportar travesuras juveniles con paciencia. Aceptación inconvenientes de viajes. Vacaciones. Las vacaciones en las familias con perro sufrirán, muchas veces, sustanciales modificaciones y hemos de mentalizarnos a viajar con nuestro amigo, no siempre aceptado en hoteles, campi
voluntarios. Molestias y atenciones: Variables en intensidad, de mayor a menor, correspondientemente a la edad de cachorro, joven y adulto. Obligaciones de salidas periódicas a la calle y adiestramiento elemental. Tendremos que limpiar suciedades y soportar travesuras juveniles con paciencia. Aceptación inconvenientes de viajes. Vacaciones. Las vacaciones en las familias con perro sufrirán, muchas veces, sustanciales modificaciones y hemos de mentalizarnos a viajar con nuestro amigo, no siempre aceptado en hoteles, campi