El perro en la calle
El instinto natural de cualquier perro, sea de raza o bastardo, no le predispone a considerar las vías urbanas o interurbanas como zonas de alta peligrosidad. La obligación de los propietarios de llevar a sus 'pupilos' siempre sujetos por la correspondiente correa no es una medida arbitraria de las autoridades que siempre velan por el bien de sus administrados. El adiestramiento básico de obediencia, así como el estricto cumplimiento de las normas legales asegurará una protección suficiente contra la mayoría de los accidentes de circulación que tienen como causa o protagonista la figura del perro.
El instinto natural de cualquier perro, sea de raza o bastardo, no le predispone a considerar las vías urbanas o interurbanas como zonas de alta peligrosidad. La obligación de los propietarios de llevar a sus 'pupilos' siempre sujetos por la correspondiente correa no es una medida arbitraria de las autoridades que siempre velan por el bien de sus administrados. El adiestramiento básico de obediencia, así como el estricto cumplimiento de las normas legales asegurará una protección suficiente contra la mayoría de los accidentes de circulación que tienen como causa o protagonista la figura del perro.