Hasta no finalizar el trayecto, no se suministrará ningún alimento al perro, pero contrariamente se le habrá permitido beber con moderaciún en cada parada. Durante los veranos muy cálidos se viajará preferentemente por la noche y nunca se dejará al animalito encerrado en el vehículo, ni aunque nos parezca que gozará de alguna sombra