Aunque desgraciadamente en la mayoría de los casos no se cumplan estrictamente los requisitos de higiene y seguridad, teóricamente los ejemplares concursantes han de reunir unas garantías de salud refrendadas por un examen veterinario previo. Sin embargo, y por no citar casos concretos de los que hemos sido testigos directos, algunos canes acuden al 'ring' de concurso con enteritis delatadas por defecaciones líquidas, fétidas e incontroladas sin el menor respeto de sus propietarios hacia los otros ejemplares.