El ejercicio moderado no debe suspenderse pues con cariño, paciencia y afabilidad, tenemos que procurar que el animalito abandone la comodidad de la cesta o colchoneta para no 'anquilosarse' y declinar rápidamente. Los paseos nocturnos o de madrugada deben cambiarse a las horas centrales del día, durante las cuales la temperatura sea agradable, huyendo de las zonas frías o lluviosas. Tal vez tengamos que proteger con una 'manta-abrigo' las salidas cotidianas, al menos durante el invierno, y, por descontado reduciremos la velocidad de la caminata, pudiendo acortar el recorrido.