¿Como es?
Estrella indiscutible de los perros de caza, este precioso animal puede alcanzar una altura a la cruz máxima de 68 cm para los machos y algo menos en las hembras mientras que el peso de los distintos ejemplares oscila entre 20 y 30 kg. La cabeza, digno modelo de cualquier escultor, presenta cráneo amplio, más bien estrecho con protuberancia occipital muy marcada y escotadura nasofrontal perfectamente pronunciada. Hocico largo de perfil suavemente cóncavo, que deja la trufa netamente por encima de la línea teóricamente recta del hueso nasal. La naríz, suave y húmeda, presenta fosas bien abiertas, capaces de ventear el rastro más sutil de las piezas de caza. Los ojos, avellanados, son pardos, de tonalidad acorde con la capa, y las orejas, de nacimiento alto, cuelgan triangulares pegadas a la cabeza. El cuello tiene una longitud correcta, perfectamente musculado, y se ensancha progresivamente hasta unirse con el tronco, de tórax ancho y tan profundo que suele sobrepasar ampliamente la línea de los codos, con costillas ligeramente abarriladas. Los ijares son recogidos y bien musculados, mientras el vientre se sitúa notoriamente retraído. Las extremidades, largas, con osamenta adecuada y sumamente elásticas, aseguran una potencia y resistencia casi inigualables en las extenuantes jornadas cinegéticas. La cola, de longitud media, se afila progresivamente hasta el extremo y es llevada horizontal cuando el animal está en tensión. El pelo, muy corto, liso y brillante, se presenta en color blanco, con manchas negras o pardas, desde el tono limón hasta el hígado fuerte, pero en capas uniformes o tricolores. Los antiguos orígenes de esta raza inglesa parecen encontrarse con bracos españoles, foxhound y bracos franceses, que sufrieron aportes muy diversos hasta conseguir un perro cuyo estándar se fija en 1902 por W. Arkwright.
Estrella indiscutible de los perros de caza, este precioso animal puede alcanzar una altura a la cruz máxima de 68 cm para los machos y algo menos en las hembras mientras que el peso de los distintos ejemplares oscila entre 20 y 30 kg. La cabeza, digno modelo de cualquier escultor, presenta cráneo amplio, más bien estrecho con protuberancia occipital muy marcada y escotadura nasofrontal perfectamente pronunciada. Hocico largo de perfil suavemente cóncavo, que deja la trufa netamente por encima de la línea teóricamente recta del hueso nasal. La naríz, suave y húmeda, presenta fosas bien abiertas, capaces de ventear el rastro más sutil de las piezas de caza. Los ojos, avellanados, son pardos, de tonalidad acorde con la capa, y las orejas, de nacimiento alto, cuelgan triangulares pegadas a la cabeza. El cuello tiene una longitud correcta, perfectamente musculado, y se ensancha progresivamente hasta unirse con el tronco, de tórax ancho y tan profundo que suele sobrepasar ampliamente la línea de los codos, con costillas ligeramente abarriladas. Los ijares son recogidos y bien musculados, mientras el vientre se sitúa notoriamente retraído. Las extremidades, largas, con osamenta adecuada y sumamente elásticas, aseguran una potencia y resistencia casi inigualables en las extenuantes jornadas cinegéticas. La cola, de longitud media, se afila progresivamente hasta el extremo y es llevada horizontal cuando el animal está en tensión. El pelo, muy corto, liso y brillante, se presenta en color blanco, con manchas negras o pardas, desde el tono limón hasta el hígado fuerte, pero en capas uniformes o tricolores. Los antiguos orígenes de esta raza inglesa parecen encontrarse con bracos españoles, foxhound y bracos franceses, que sufrieron aportes muy diversos hasta conseguir un perro cuyo estándar se fija en 1902 por W. Arkwright.