La cola, ligeramente curvada en el extremo, es fina y descarnada. El pelo, liso, de textura fina, puede presentarse en color arena, leonado, atigrado, negro y fuego o blanco desteñido con o sin hocico oscuro, así como manchas blancas en pecho y extremidades. Descendiente muy directo del mítico lebrel egipcio, su origen se pierde en la historia del pueblo árabe, que siempre ha tenido en gran estima esta raza, cuidándola casi aberrantemente.