Los granívoros y otras aves recién capturadas requieren un período de habituación al cautiverio, que por sus características puede inducir enormes tasas de mortalidad y debe tener otro tratamiento completamente diferente. En lugar donde coloquemos al recién llegado debe ser recogido, iluminado, pero no en exceso y nunca al sol directo, de forma que paulatinamente pueda integrarse a su domicilio. Si el pajarillo ha de formar parte de un conjunto alojado en un gran jaulón o habitación pajarera, ha de ser, en principio, recluido en una jaula, cuya puerta dejemos abierta dentro de la pajarera para que por sí mismo salga de su encierro reuniéndose con sus compañeros de cautiverio.