La dieta preparatoria debe contener una mezcla de semillas de alpiste mijo, pipas de girasol, cañamones y trocitos de cacahuete fresco, que será abundantemente complementada con lechuga, escarola, diente de león y otros alimentos verdes a los que debe añadirse fruta troceada: pera, manzana o membrillo, e incluso una buena mezcla para insectívoros adicionada con hígado de ternera fresco, finamente troceado, y ninfas de hormiga, pupas de mosca de la fruta o drosophilas, así como algún gusano de la harina. En el bebedero se pueden añadir una o dos gotas de un complejo de vitaminas E, K y D, que sobran si se les ha dotado de la dieta indicada.