Cazadores de pequeñas presas, tienen la costumbre de ensartar a sus víctimas en espinos, cercas de púas y otros obletos agudos cercanos a su 'vivienda'. Insectos, pequeños reptiles o pajarillos soncapturados y muertos para nutrir a estas avecillas, que tienen el valor y la agresividad de las poderosas águilas y falconiformes.