Los dormideros y casetas más vulgares y prácticos están construidos en materiales só1idos, impermeables y aislantes, que además puedan ser sometidos a limpiezas enérgicas y frecuentes. Los techos, generalmente demontables, han de tener la inclinación suficiente para asegurar la estanqueidad de los recintos y tener una capa aislante preferiblemente con cámara doble que soporte unas diferencias térmicas importantes.