Desde las gallináceas que anidan en el suelo o las acuáticas que eligen una isleta en el marjal, hasta los enormes nidos de las cigüenas, que tienen cientos de kilogramos de madera en ramas o los delicados recipientes semiesféricos de los colibríes; el nido, su construcción y posterior utilización, es una de las mayores preocupaciones del aficionado que desea conservar, reproducir y amansar a sus aves de jaula, pajarera o jardín.