La nidificación de uno y otro tipo ha de condicionar los materiales que debemos ofrecer a nuestros cautivos para conseguir su reproducción. Desde los toneles vacíos con un agujero de entrada, válidos para intentar la cría de papagayos, hasta la 'jaulita-caja' que los canarios rellenarán con pelote y plumas, formando un suave y semiesférico refugio, tenemos una amplísima gama de construcciones en que basar nuestro ingenio para incitar los sentimientos de perpetuación de la especie de nuestras aves de jaula.