Los nidos, generalmente construidos sobre los propios troncos de las masas arbóreas mixtas, caducifolias o de coníferas, según los casos, son iniciados a buena altura sobre el suelo, por lo que una observación científica podrá exigir la construcción de una plataforma camuflada en otro árbol contiguo desde el cual pueden seguirse las evoluciones de tan bonitas aves.