Su casa
Las mensajeras, como cualesquiera de las razas 'voladoras', pueden albergarse cómodamente en palomares abiertos, bien protegidos, con dos nidales por pareja. Sin embargo, las construcciones especiales para estas aves incluyen puertas-trampa, que habitúan a las palomas a las llegadas de competición, potenciando de formas muy sofisticadas el afán por llegar 'a casa'. Por otra parte la situación del palomar es casi más importante que sus propias condiciones cualitativas ya que ha de ubicarse en un lugar bien visible desde el aire, colocado cerca de puntos de referencia perfectamente diferenciables y en zonas que no impidan el vuelo y aproximación de estas columbiformes.
Las mensajeras, como cualesquiera de las razas 'voladoras', pueden albergarse cómodamente en palomares abiertos, bien protegidos, con dos nidales por pareja. Sin embargo, las construcciones especiales para estas aves incluyen puertas-trampa, que habitúan a las palomas a las llegadas de competición, potenciando de formas muy sofisticadas el afán por llegar 'a casa'. Por otra parte la situación del palomar es casi más importante que sus propias condiciones cualitativas ya que ha de ubicarse en un lugar bien visible desde el aire, colocado cerca de puntos de referencia perfectamente diferenciables y en zonas que no impidan el vuelo y aproximación de estas columbiformes.