Carácter y comportamiento
Esquivas, huidizas y nerviosas, las tórtolas comunes deben ser habituadas lentamente a la cautividad o a la presencia del hombre. No suelen plantear problemas de convivencia en las pajareras mixtas, siempre que se aloje una sola pareja por jaulón. Su extremada timidez las hace difícilmente observables si no existe una perfecta visibilidad del habitáculo. Pueden molestar a otras tórtolas e incluso a ciertas palomas, pero solamente en pajareras superpobladas o mal concebidas. Los ejemplares aislados, capturados jóvenes, llegan a convertirse en pájaros muy mansos, aunque siempre tengan tendencia a retornar al estado silvestre.
Esquivas, huidizas y nerviosas, las tórtolas comunes deben ser habituadas lentamente a la cautividad o a la presencia del hombre. No suelen plantear problemas de convivencia en las pajareras mixtas, siempre que se aloje una sola pareja por jaulón. Su extremada timidez las hace difícilmente observables si no existe una perfecta visibilidad del habitáculo. Pueden molestar a otras tórtolas e incluso a ciertas palomas, pero solamente en pajareras superpobladas o mal concebidas. Los ejemplares aislados, capturados jóvenes, llegan a convertirse en pájaros muy mansos, aunque siempre tengan tendencia a retornar al estado silvestre.