Manejo de los peces enfermos
Desde el momento que observamos alguna anomalía en cualquiera de los bulliciosos pobladores del acuario, tendremos que seguir minuciosamente el comportamiento del ejemplar para proceder a su aislamiento en cuanto dispongamos de una sospecha fundada de enfermedad. Con una red especial, que tras su uso se desinfecta con agua oxigenada, solución de azul de metileno o permanganato potásico, se captura el pececillo deprimido, procurando efectuar 'la pesca' de una manera suave, arrinconando al enfermo contra uno de los vidrios y extrayéndole suavemente. De manera también suave, se le libera en el 'acuario enfermería' iluminado muy suavemente con luz violado-rojiza, para lo que puede emplearse un 'grolux' muy usado y con agua de composición similar a la abandonada. Los eventuales 'tratamientos curativos' con baños de corta duración, se realizarán en bocales o frascos de vidrio bien lavados y mejor aún, previamente hervidos. Cuando sea necesario 'tratar' toda el agua, suspenderemos el funcionamiento del filtro para impedir que los fármacos y productos químicos usados como 'medicinas' pierdan su efectividad al ser 'filtrados'. Es recomendable mantener este tanque-hospital, en un rincón que no reciba directamente los rayos solares. Si se produce la curación y regeneración de las aletas y el epitelio externo, puede reintroducirse el ejemplar en el acuario común, pero protegido por una bolsa plástica y aclimatándole durante cuatro o cinco horas, como si de un nuevo huésped se tratase.
Desde el momento que observamos alguna anomalía en cualquiera de los bulliciosos pobladores del acuario, tendremos que seguir minuciosamente el comportamiento del ejemplar para proceder a su aislamiento en cuanto dispongamos de una sospecha fundada de enfermedad. Con una red especial, que tras su uso se desinfecta con agua oxigenada, solución de azul de metileno o permanganato potásico, se captura el pececillo deprimido, procurando efectuar 'la pesca' de una manera suave, arrinconando al enfermo contra uno de los vidrios y extrayéndole suavemente. De manera también suave, se le libera en el 'acuario enfermería' iluminado muy suavemente con luz violado-rojiza, para lo que puede emplearse un 'grolux' muy usado y con agua de composición similar a la abandonada. Los eventuales 'tratamientos curativos' con baños de corta duración, se realizarán en bocales o frascos de vidrio bien lavados y mejor aún, previamente hervidos. Cuando sea necesario 'tratar' toda el agua, suspenderemos el funcionamiento del filtro para impedir que los fármacos y productos químicos usados como 'medicinas' pierdan su efectividad al ser 'filtrados'. Es recomendable mantener este tanque-hospital, en un rincón que no reciba directamente los rayos solares. Si se produce la curación y regeneración de las aletas y el epitelio externo, puede reintroducirse el ejemplar en el acuario común, pero protegido por una bolsa plástica y aclimatándole durante cuatro o cinco horas, como si de un nuevo huésped se tratase.