En agua del grifo atemperada y a ser posible desclorada, se disuelve sal marina o sal gorda de cocina a razón de una cucharada sopera colmada por cada litro de agua. Con esta disolución se rellenan las botellas en las que previamente se habrá echado una medida de huevos de artemia que, equivale a medio centímetro cúbico o algo menos. Se instalan los difusores de forma que toquen el fondo de los recipientes para conseguir una ailreación y turbulencia máximas. En estas condiciones, con una temperatura ambiental entre 22 y 25 grados C, al cabo de
las 48 horas habrán eclosionado el 80-90 por 100 de los nauplius del crustáceo. En este medio salino y bien aireado, pueden subsistir con tan alta densidad de población otros dos o tres días más por lo que si consumimos la primera botella de una batería, la renovaremos con la precaución de etiquetarla y así dispondremos de este magnífico alimento vivo durante toda la semana con una batería de sólo dos botellas (tomando una cada dos días), aunque para mayor seguridad es muy útil instalar cuatro botellas como mínimo, ya que a veces si desciende la temperatura, puede retrasarse el nacimiento y privarnos del recambio esperado.
las 48 horas habrán eclosionado el 80-90 por 100 de los nauplius del crustáceo. En este medio salino y bien aireado, pueden subsistir con tan alta densidad de población otros dos o tres días más por lo que si consumimos la primera botella de una batería, la renovaremos con la precaución de etiquetarla y así dispondremos de este magnífico alimento vivo durante toda la semana con una batería de sólo dos botellas (tomando una cada dos días), aunque para mayor seguridad es muy útil instalar cuatro botellas como mínimo, ya que a veces si desciende la temperatura, puede retrasarse el nacimiento y privarnos del recambio esperado.