El mejor equipo del que podemos disponer en la actualidad se compone de un programador electrónico válido para diferentes funciones (iluminación, filtro, comedero automático y conexión o desconexión de la 'resistencia-termostato'). La rígida temperatura constante obtenida con el más preciso termorregulador se ve mejorada por la ligera variación térmica que se produce por la 'desconexión' a la red del calefactor durante cinco o seis horas que no son suficientes para que la temperatura caiga por debajo de los 20 grados y que aseguran, sin embargo, la deseable oscilación parecida a la que ocurre en condiciones naturales.