CRIA DE CARACIDOS
Determinadas condiciones físicoquimicas del medio, interrelacionadas con factores ambientales, como iluminación, temperatura y oscilaciones térmicas resultan esenciales para estimula; la cría de muchos carácidos, por lo que su conocimiento previo condujo a copiar en cautividad dichas variables. Por otra parte, el estado de madurez de los ejemplares suele ir precedido de una sobrealimentación variada y abundante en presas vivas. La preparación de los acuarios para la reproducción puede requerir una higiene máxima, por lo que se excluyen los fondos de arena, sustituyéndoles por una capa de bolas de vidrio, previamente esterilizadas. El uso de este material permite el acoplamiento de un filtro de fondo, que opcionalmente estará en funcionamiento, o fuera de servicio según el estado de la puesta o de los alevines. Las plantas acuáticas más empleadas: cabombas, elodeas, ceraptópteris, riccia y musgo de Java, han de someterse a una cuidadosa limpieza y 'desinfección', pudiendo dejarse libres o atadas en manojos lastrados con una piedra de cuarzo. Estos peces, ovíparos, frezan libremente despreocupándose de sus futuros descendientes e incluso devorando los huevos que quedan a su alcance. La puesta cae introduciéndose entre los intersticios del fondo, o queda adherida de forma anárquica a los vegetales de hoja fina que tapizan el recipiente, por lo que, un filtrado de rendimiento medio, puede absorber los huevos inutilizando los embriones. Sin embargo, la gran mayoría de especies de este grupo precisan aguas nitidas, oscuras y 'envejecidas', con un pH ligero o francamente ácido que, además, sean muy blandas o dulces con 2-8 DH.
Determinadas condiciones físicoquimicas del medio, interrelacionadas con factores ambientales, como iluminación, temperatura y oscilaciones térmicas resultan esenciales para estimula; la cría de muchos carácidos, por lo que su conocimiento previo condujo a copiar en cautividad dichas variables. Por otra parte, el estado de madurez de los ejemplares suele ir precedido de una sobrealimentación variada y abundante en presas vivas. La preparación de los acuarios para la reproducción puede requerir una higiene máxima, por lo que se excluyen los fondos de arena, sustituyéndoles por una capa de bolas de vidrio, previamente esterilizadas. El uso de este material permite el acoplamiento de un filtro de fondo, que opcionalmente estará en funcionamiento, o fuera de servicio según el estado de la puesta o de los alevines. Las plantas acuáticas más empleadas: cabombas, elodeas, ceraptópteris, riccia y musgo de Java, han de someterse a una cuidadosa limpieza y 'desinfección', pudiendo dejarse libres o atadas en manojos lastrados con una piedra de cuarzo. Estos peces, ovíparos, frezan libremente despreocupándose de sus futuros descendientes e incluso devorando los huevos que quedan a su alcance. La puesta cae introduciéndose entre los intersticios del fondo, o queda adherida de forma anárquica a los vegetales de hoja fina que tapizan el recipiente, por lo que, un filtrado de rendimiento medio, puede absorber los huevos inutilizando los embriones. Sin embargo, la gran mayoría de especies de este grupo precisan aguas nitidas, oscuras y 'envejecidas', con un pH ligero o francamente ácido que, además, sean muy blandas o dulces con 2-8 DH.