Extracción correcta de los peces vivos
Cuando tengamos que sacar alguno de los moradores de nuestro acuario y no acertemos a 'pescarle' a la primera intentona mediante la introducción de una raqueta especial provista de una red de malla de diámetros diferentes, muy tupida para alevines y especies de epidermis sensible, y de retícula más abierta si se emplea para especies de buen tamaño y piel resistente, tendremos que dejar la raqueta inmóvil, introducida en el recipiente sin acosar al sujeto de nuestros desvelos. Con movimientos suaves y progreslvos intentaremos llevarle a una zona libre de rocas y plantas, conduciéndole hacia una de las paredes. Conseguido esto, se 'tapa' la salida con la raqueta apoyada sobre el vidrio y sin arrastrar al ejemplar restregándole contra el cristal, se golpea exteriormente el lugar para que el animal se introduzca solo en la bolsa de la red y se saca ésta del agua. Con la otra mano se cierra 'la bolsa', antes de retirarla del espacio sobre la superficie del agua, para evitar que un salto inesperado haga que el pez se estrelle en el suelo, con la casi segura consecuencia de graves lesiones que provocarían su muerte a las pocas horas. De esta forma se transporta la plateada presa hasta el nuevo hogar que deberá tener un agua de igual dureza, pH y temperatura que la del antiguo tanque, para evitar un 'stress' de habituación. Se introduce la red en el acuario de destino, retirando la mano que cerraba la
bolsa de malla, y con un movimiento de la red en sentido contrario al de captura se libera al ejemplar, retirando la raqueta lo antes posible.
Cuando tengamos que sacar alguno de los moradores de nuestro acuario y no acertemos a 'pescarle' a la primera intentona mediante la introducción de una raqueta especial provista de una red de malla de diámetros diferentes, muy tupida para alevines y especies de epidermis sensible, y de retícula más abierta si se emplea para especies de buen tamaño y piel resistente, tendremos que dejar la raqueta inmóvil, introducida en el recipiente sin acosar al sujeto de nuestros desvelos. Con movimientos suaves y progreslvos intentaremos llevarle a una zona libre de rocas y plantas, conduciéndole hacia una de las paredes. Conseguido esto, se 'tapa' la salida con la raqueta apoyada sobre el vidrio y sin arrastrar al ejemplar restregándole contra el cristal, se golpea exteriormente el lugar para que el animal se introduzca solo en la bolsa de la red y se saca ésta del agua. Con la otra mano se cierra 'la bolsa', antes de retirarla del espacio sobre la superficie del agua, para evitar que un salto inesperado haga que el pez se estrelle en el suelo, con la casi segura consecuencia de graves lesiones que provocarían su muerte a las pocas horas. De esta forma se transporta la plateada presa hasta el nuevo hogar que deberá tener un agua de igual dureza, pH y temperatura que la del antiguo tanque, para evitar un 'stress' de habituación. Se introduce la red en el acuario de destino, retirando la mano que cerraba la
bolsa de malla, y con un movimiento de la red en sentido contrario al de captura se libera al ejemplar, retirando la raqueta lo antes posible.