Sin embargo, estas normas generales no son estrictamente ciertas, ya que en tanques con excesivo número de peces, no renovados parcialmente, con filtrado deficiente y pocas plantas vivas, pueden producirse excesos de nitratos y putrefacciones bacterianas ulteriores, que acidifiquen un agua que puede ser de dureza alta. El agua del grifo tiene pH y DH muy variables según las ciudades, pero siempre es biológicamente insana por la gran concentración de desinfectantes y cloro que contiene.