En acuaricultura o en floricultura ornamental, puede optarse por la multiplicación vegetativa de los tallos, que pueden cortarse por encima de los verticilos foliares de forma que puede quedar un tallito de unos 5 a 7 cm, libre de hojas por donde se formarán las futuras raíces. Cuando la 'lisimaquia' se deja emergida con las raíces solamente encharcadas, suele producirse una proliferación de tallos, que pueden, posteriormente, ser 'desgajados' de la raíz principal mediante un corte lo más limpio posible, con un bisturí o con unas tijeras de filo agudo. La tierra donde han de enraízarse las nuevas plantas, puede ser mezclada de arena, limo y turba con una pequeña proporción de tierra de jardín bien abonada y rica en materia orgánica. Las condiciones de multiplicación y reproducción, han de tener el suelo húmedo o encharcado, manteniendo una humedad relativa del aire entre el 80 y 90 por 100 como valores mínimos.