¿Como es?
Conocido también como tetra de Iquitos o petitella de cabeza roja; es uno de los peces de acuario más difíciles de distinguir de otra especie de la misma familia, cuyo nombre común también induce a confusión, tetra de cabeza roja o tetra de hocico rojo, Hemigrammus rhodostomus. Ambos carácidos tienen reducida talla, que oscila alrededor de los 5 cm, en la especie que nos ocupa, y ligeramente inferior, unos 4 cm, para el verdadero tetra de hocico rojo. La cabeza tiene boca amplia, con la mandíbula inferior ligeramente más sobresaliente que la correspondiente superior. La implantación y forma de los dientecillos parece ser una clave sistemática en la identificación segura de la especie y de su homóloga. Los ojos, circulares, tienen un iris ancho, parcialmente teñido de un vivo color escarlata, que adorna también el hocico y las partes posteriores de los opérculos branquiales. El cuerpo, alargado, comprimido lateralmente, tiene un colorido pardo verdoso claro en el dorso, con una zona plateada correspondiente a la región ventral anterior, pudiendo ostentar una cierta transparencia, muy característica. La aleta caudal, visiblemente bilobulada, está cruzada por cuatro trazos blancos, longitudinales, destacados por una franja central y dos subterminales de color negro. En H. rhodostomus la línea central oscura de la cola se prolonga por ambos costados casi a la altura de la aleta dorsal, pero todas estas diferencias cromáticas sólo son perceptibles en ejemplares adultos, que se encuentren en perfectas condiciones biológicas y siempre comparando con otros de la especie similar, que ofrezcan su máximo desarrollo y colorido. No se percibe un dimorfismo sexual acentuado, si bien los machos
suelen ser más pequeños y estilizados.
Conocido también como tetra de Iquitos o petitella de cabeza roja; es uno de los peces de acuario más difíciles de distinguir de otra especie de la misma familia, cuyo nombre común también induce a confusión, tetra de cabeza roja o tetra de hocico rojo, Hemigrammus rhodostomus. Ambos carácidos tienen reducida talla, que oscila alrededor de los 5 cm, en la especie que nos ocupa, y ligeramente inferior, unos 4 cm, para el verdadero tetra de hocico rojo. La cabeza tiene boca amplia, con la mandíbula inferior ligeramente más sobresaliente que la correspondiente superior. La implantación y forma de los dientecillos parece ser una clave sistemática en la identificación segura de la especie y de su homóloga. Los ojos, circulares, tienen un iris ancho, parcialmente teñido de un vivo color escarlata, que adorna también el hocico y las partes posteriores de los opérculos branquiales. El cuerpo, alargado, comprimido lateralmente, tiene un colorido pardo verdoso claro en el dorso, con una zona plateada correspondiente a la región ventral anterior, pudiendo ostentar una cierta transparencia, muy característica. La aleta caudal, visiblemente bilobulada, está cruzada por cuatro trazos blancos, longitudinales, destacados por una franja central y dos subterminales de color negro. En H. rhodostomus la línea central oscura de la cola se prolonga por ambos costados casi a la altura de la aleta dorsal, pero todas estas diferencias cromáticas sólo son perceptibles en ejemplares adultos, que se encuentren en perfectas condiciones biológicas y siempre comparando con otros de la especie similar, que ofrezcan su máximo desarrollo y colorido. No se percibe un dimorfismo sexual acentuado, si bien los machos
suelen ser más pequeños y estilizados.