LA CALZADA ROMANA DE CARTHAGO-NOVA A COMPLUTUM:
SINTESIS DE SU RECORRIDO
José Luis Fernández Montero, Joaquín Lostal Pros y Jesús Rodríguez Montes
Este artículo quiere ser la somera descripción de la gran calzada que desde la capital del convento jurídico " Cartaginiensis, Carthago Nova", alcanzaba el centro de la Península y la importante ciudad de Complutum, la única existente en el actual territorio de la Comunidad Autónoma de Madrid, que, en época romana, fue un gran centro de comunicaciones. La relación se dividirá en dos partes: antes y después de Segóbriga, caput Carpetaniae, capital de la Carpetania según Plinio el Viejo y centro neurálgico de la importantísima minería del "lapis especularis", descripciones separadas por la vista que hacemos de los dos miliarios recientemente aparecidos en la Ermita de la Virgen de la Cuesta, en Huelves, Cuenca.
1.- AB CARTHAGINE SEGOBRIGAM
La calzada partía de Carthago-Nova en un punto al NW del Cerro del Molinete, desde donde bordeaba la orilla del desecado estero o laguna, que limitaba la zona septentrional de la Península ocupada por la ciudad.
[... ] Tras dirigirse por las proximidades de Fuente Jimeno y cortar la carretera de Villalgordo del Marquesado, la Colada del Camino de los Murcianos (cuyo nombre mantiene hasta el término de Villar de Cañas) llega a La Ventilla, donde hay un nuevo yacimiento romano de entidad y una encrucijada de caminos, a partir de la cual, no ha conservado su trazado en los viales contemporáneos, hasta que llega al Portillo de la Venta, aunque sus alomamientos son patentes bajo los bancales de secano. Los complejos de "lapis especularis" de Osa de la Vega-Belmonte (15 km SW) y de Villalgordo del Marquesado, Montalbanejo y La Hinojosa (7 km NE), con el centro de procesamiento de Los Villares, conforman la zona meridional de la magna explotación minera romana ("Cien mil pasos alrededor de Segóbriga").
Desde ahí sigue la derrota noroccidental deslizándose por un pasillo al costado de El Pinar, sorteando el río Viejo por Vadomurcia para cruzar entre Alconchel de la Estrella y la ciudad ibero-romana del Cerro de la Virgen de la Cuesta, donde también se localiza una mina de yeso cristalino en Las Padrejas. Cornide recoge el testimonio de la cercanía de la "calzada de los romanos", aportado por Román de la Higuera, en relación a los numerosos hallazgos efectuados en la ciudad: "El Padre Román de la Higuera tuvo noticia de esta calzada; pues hablando de sus apuntamientos en Alconchel, dice que está en la Celtiberia a 4 leguas de Cabeza del Griego y cerca de la calzada de los romanos, y que allí se han hallado estatuas, ídolos, monedas, cascotes y piedras sillares".
También en 1997, aparecieron restos de la capa portante, equipada con bordillos y en longitud de una decena de metros, con ocasión del desbordamiento y el consiguiente arrastre de un ramblazo.
Por el destruido puentecillo del arroyo Cazarejo, continua hasta incorporarse a la carretera de Villarejo y salir del término por La Matanza, perdiendo su trazado bajo tierras de labor, cuando llega a la intersección de la CM-3118 y tiene a la vista el Castillo de Fuentes. Cruza el Záncara junto a esta fortificación y ermita homónima, dejando a la margen contraria el solar de la Villa romana de La Rinconada y Los Blancares (espejuelo) en la propia, asumiendo la denominación de "Colada de la Calzada o Camino Romano" y retomando su orientación preferencial, después de recorrer un breve tramo hacia el ocaso. [...]
SINTESIS DE SU RECORRIDO
José Luis Fernández Montero, Joaquín Lostal Pros y Jesús Rodríguez Montes
Este artículo quiere ser la somera descripción de la gran calzada que desde la capital del convento jurídico " Cartaginiensis, Carthago Nova", alcanzaba el centro de la Península y la importante ciudad de Complutum, la única existente en el actual territorio de la Comunidad Autónoma de Madrid, que, en época romana, fue un gran centro de comunicaciones. La relación se dividirá en dos partes: antes y después de Segóbriga, caput Carpetaniae, capital de la Carpetania según Plinio el Viejo y centro neurálgico de la importantísima minería del "lapis especularis", descripciones separadas por la vista que hacemos de los dos miliarios recientemente aparecidos en la Ermita de la Virgen de la Cuesta, en Huelves, Cuenca.
1.- AB CARTHAGINE SEGOBRIGAM
La calzada partía de Carthago-Nova en un punto al NW del Cerro del Molinete, desde donde bordeaba la orilla del desecado estero o laguna, que limitaba la zona septentrional de la Península ocupada por la ciudad.
[... ] Tras dirigirse por las proximidades de Fuente Jimeno y cortar la carretera de Villalgordo del Marquesado, la Colada del Camino de los Murcianos (cuyo nombre mantiene hasta el término de Villar de Cañas) llega a La Ventilla, donde hay un nuevo yacimiento romano de entidad y una encrucijada de caminos, a partir de la cual, no ha conservado su trazado en los viales contemporáneos, hasta que llega al Portillo de la Venta, aunque sus alomamientos son patentes bajo los bancales de secano. Los complejos de "lapis especularis" de Osa de la Vega-Belmonte (15 km SW) y de Villalgordo del Marquesado, Montalbanejo y La Hinojosa (7 km NE), con el centro de procesamiento de Los Villares, conforman la zona meridional de la magna explotación minera romana ("Cien mil pasos alrededor de Segóbriga").
Desde ahí sigue la derrota noroccidental deslizándose por un pasillo al costado de El Pinar, sorteando el río Viejo por Vadomurcia para cruzar entre Alconchel de la Estrella y la ciudad ibero-romana del Cerro de la Virgen de la Cuesta, donde también se localiza una mina de yeso cristalino en Las Padrejas. Cornide recoge el testimonio de la cercanía de la "calzada de los romanos", aportado por Román de la Higuera, en relación a los numerosos hallazgos efectuados en la ciudad: "El Padre Román de la Higuera tuvo noticia de esta calzada; pues hablando de sus apuntamientos en Alconchel, dice que está en la Celtiberia a 4 leguas de Cabeza del Griego y cerca de la calzada de los romanos, y que allí se han hallado estatuas, ídolos, monedas, cascotes y piedras sillares".
También en 1997, aparecieron restos de la capa portante, equipada con bordillos y en longitud de una decena de metros, con ocasión del desbordamiento y el consiguiente arrastre de un ramblazo.
Por el destruido puentecillo del arroyo Cazarejo, continua hasta incorporarse a la carretera de Villarejo y salir del término por La Matanza, perdiendo su trazado bajo tierras de labor, cuando llega a la intersección de la CM-3118 y tiene a la vista el Castillo de Fuentes. Cruza el Záncara junto a esta fortificación y ermita homónima, dejando a la margen contraria el solar de la Villa romana de La Rinconada y Los Blancares (espejuelo) en la propia, asumiendo la denominación de "Colada de la Calzada o Camino Romano" y retomando su orientación preferencial, después de recorrer un breve tramo hacia el ocaso. [...]