Campaña de 211 a. C. Hannibal ad portas. Inflexión en la guerra
Artículo principal: Segunda batalla de Capua
Con Lucania casi en su totalidad en la órbita púnica al igual que la mayor parte del territorio de Hispania al sur del río Ebro que les separaba de los escasos defensores romanos supervivientes en esas tierras, la ciudad de Tarento en su poder excepto su ciudadela, las ciudades griegas de la Magna Grecia en el lado cartaginés, Capua cercada y el reino de Siracusa en manos romanas, daba comienzo la campaña del año 211 a. C. Tras la elección de nuevos cónsules en Roma y la prórroga de su mando como procónsules al frente de los ejércitos que sitiaban la capital campana de los cónsules del año anterior, se produjo entonces el fallido intento de Aníbal de auxiliar Capua a comienzos de la primavera de 211 a. C. en la 2ª batalla de Capua.[26] Durante el mismo, el procónsul romano Apio Claudio resultó gravemente herido.
Inmediatamente después de este combate, Aníbal realizó una incursión con su ejército sobre la misma Roma.[110] Su intención era atraer a los ejércitos romanos que sitiaban Capua, para ir a defender su capital, Roma. Pero estos solo desplazaron en su socorro 15.000 hombres bajo mando del procónsul Quinto Fulvio Flaco, del total de los que cercaban Capua, persistiendo con los demás, bajo mando de Apio Claudio, en el sitio a la capital campana. En el curso de la penetración sobre la Ciudad Eterna, asoló las campiñas y localidades por las que pasó además del templo de Lucus Feroniae y una vez en las cercanías de Roma, se acercó con su caballería hasta los muros de la ciudad, llegando a tener una refriega con la caballería romana.[28] La presencia del ejército cartaginés acampado junto al río Anio a tres millas de las murallas, sembró el pánico entre la población, acuñándose la famosa frase "Hannibal ad portas". La infantería romana llegó a formar para dar batalla, pero finalmente el combate no se produjo y Aníbal optó por retirarse.
Durante su regreso a Campania, fue perseguido por el ejército de socorro romano que le atacó con éxito durante el vadeo del río Anio, recuperando parte del botín logrado en los saqueos. Al quinto día de abandonar Roma realizó un ataque sorpresa nocturno contra el campamento de sus perseguidores, sin lograr conducirlos a la emboscada que planeó. Al no haber podido destruir este contingente desistió de volver a Capua y se encaminó al norte de Apulia. Estos hechos ocurridos junto a la capital enemiga coincidieron con el envío del primer contingente de refuerzo romano a Hispania tras el desastre de los Escipiones. En el verano de 211 a. C.[36] la ciudad de Capua se rindió finalmente al procónsul Quinto Fulvio Flaco, al igual que las cercanas Atella y Calatia. La victoria romana en Campania les permitió reducir notablemente los efectivos movilizados de los tres ejércitos allí presentes, aunque una parte de ellos fue desviada a Hispania inmediatamente (a mitad de 211 a. C.) con el nuevo propretor enviado al territorio, Cayo Claudio Nerón.
El resto de la campaña Aníbal prosiguió en el norte de Apulia vigilado por los dos ejércitos consulares de los dos nuevos cónsules, Cneo Fulvio Centumalo (cónsul 211 a. C.) y Publio Sulpicio Galba Máximo. Invernó en Lucania, tras lo cual reconquistó la localidad de Tisia, junto a Regio, que se había pasado al bando romano.
Artículo principal: Segunda batalla de Capua
Con Lucania casi en su totalidad en la órbita púnica al igual que la mayor parte del territorio de Hispania al sur del río Ebro que les separaba de los escasos defensores romanos supervivientes en esas tierras, la ciudad de Tarento en su poder excepto su ciudadela, las ciudades griegas de la Magna Grecia en el lado cartaginés, Capua cercada y el reino de Siracusa en manos romanas, daba comienzo la campaña del año 211 a. C. Tras la elección de nuevos cónsules en Roma y la prórroga de su mando como procónsules al frente de los ejércitos que sitiaban la capital campana de los cónsules del año anterior, se produjo entonces el fallido intento de Aníbal de auxiliar Capua a comienzos de la primavera de 211 a. C. en la 2ª batalla de Capua.[26] Durante el mismo, el procónsul romano Apio Claudio resultó gravemente herido.
Inmediatamente después de este combate, Aníbal realizó una incursión con su ejército sobre la misma Roma.[110] Su intención era atraer a los ejércitos romanos que sitiaban Capua, para ir a defender su capital, Roma. Pero estos solo desplazaron en su socorro 15.000 hombres bajo mando del procónsul Quinto Fulvio Flaco, del total de los que cercaban Capua, persistiendo con los demás, bajo mando de Apio Claudio, en el sitio a la capital campana. En el curso de la penetración sobre la Ciudad Eterna, asoló las campiñas y localidades por las que pasó además del templo de Lucus Feroniae y una vez en las cercanías de Roma, se acercó con su caballería hasta los muros de la ciudad, llegando a tener una refriega con la caballería romana.[28] La presencia del ejército cartaginés acampado junto al río Anio a tres millas de las murallas, sembró el pánico entre la población, acuñándose la famosa frase "Hannibal ad portas". La infantería romana llegó a formar para dar batalla, pero finalmente el combate no se produjo y Aníbal optó por retirarse.
Durante su regreso a Campania, fue perseguido por el ejército de socorro romano que le atacó con éxito durante el vadeo del río Anio, recuperando parte del botín logrado en los saqueos. Al quinto día de abandonar Roma realizó un ataque sorpresa nocturno contra el campamento de sus perseguidores, sin lograr conducirlos a la emboscada que planeó. Al no haber podido destruir este contingente desistió de volver a Capua y se encaminó al norte de Apulia. Estos hechos ocurridos junto a la capital enemiga coincidieron con el envío del primer contingente de refuerzo romano a Hispania tras el desastre de los Escipiones. En el verano de 211 a. C.[36] la ciudad de Capua se rindió finalmente al procónsul Quinto Fulvio Flaco, al igual que las cercanas Atella y Calatia. La victoria romana en Campania les permitió reducir notablemente los efectivos movilizados de los tres ejércitos allí presentes, aunque una parte de ellos fue desviada a Hispania inmediatamente (a mitad de 211 a. C.) con el nuevo propretor enviado al territorio, Cayo Claudio Nerón.
El resto de la campaña Aníbal prosiguió en el norte de Apulia vigilado por los dos ejércitos consulares de los dos nuevos cónsules, Cneo Fulvio Centumalo (cónsul 211 a. C.) y Publio Sulpicio Galba Máximo. Invernó en Lucania, tras lo cual reconquistó la localidad de Tisia, junto a Regio, que se había pasado al bando romano.