Así, en Andalucía y muchas partes de la Mancha impera la viña y el olivo, teniendo la liebre perdederos próximos. De igual manera al ser el clima benigno, contará a lo largo del año con comida abundante sin necesidad de recorrer grandes distancias. Adicionalmente se la molesta menos al encontrarse dentro de grandes fincas sin caminos vecinales. Todas estas cuestiones van a hacer que el galgo que impere en estas zonas sea más pequeño y su musculatura algo más corta y redondeada, es decir, mayor potencia en los cuartos traseros. Esto se debe a que debe ser un galgo que las llegue rápidamente y salga de los cortes con mayor facilidad. Menos pesado por la blandura del terreno donde pisa y en definitiva más rápido y menos resistente, aunque una propiedad no tiene por qué excluir a la otra.