¿Como es?
Estos peces afines a los auténticos 'peces caribe' o 'pirañas', que pertenecen a los géneros Pygocentrus, Roosveltiella y Serraselmus, pueden adquirir un aspecto tan terrorífico como el de los feroces devoradores tropicales mundialmente famosos. Con una longitud máxima que no suele superar los 12-15 cm, estos carácidos tienen cuerpo de perfil casi circular, muy comprimido lateralmente. La cabeza, grande, presenta la mandíbula inferior ancha y más prominente que la correspondiente superior. Los ojos muy grandes, circulares, tienen el iris ancho de color plateado, con visos metálicos. La aleta dorsal, de buena anchura, es algo más larga que la de los Serraselmus, con un viso rojizo, y la adiposa tiene forma suave, de tamaño reducido. El color dominante
es el gris plateado, que puede ser algo más oliváceo en el dorso, con manchas pardas circulares, pero que, en cualquier caso, dota al pez de un aspecto metálico inconfundible. No existe dimorfismo sexual visible a simple vista, aunque durante el período de celo las hembras parecen más gruesas y su perfil ventral puede ser algo diferente del que ostentan sus compañeros.
Estos peces afines a los auténticos 'peces caribe' o 'pirañas', que pertenecen a los géneros Pygocentrus, Roosveltiella y Serraselmus, pueden adquirir un aspecto tan terrorífico como el de los feroces devoradores tropicales mundialmente famosos. Con una longitud máxima que no suele superar los 12-15 cm, estos carácidos tienen cuerpo de perfil casi circular, muy comprimido lateralmente. La cabeza, grande, presenta la mandíbula inferior ancha y más prominente que la correspondiente superior. Los ojos muy grandes, circulares, tienen el iris ancho de color plateado, con visos metálicos. La aleta dorsal, de buena anchura, es algo más larga que la de los Serraselmus, con un viso rojizo, y la adiposa tiene forma suave, de tamaño reducido. El color dominante
es el gris plateado, que puede ser algo más oliváceo en el dorso, con manchas pardas circulares, pero que, en cualquier caso, dota al pez de un aspecto metálico inconfundible. No existe dimorfismo sexual visible a simple vista, aunque durante el período de celo las hembras parecen más gruesas y su perfil ventral puede ser algo diferente del que ostentan sus compañeros.