Las presentaciones de su libro han resultado una ocasión para comprobar él mismo las teorías expuestas al tener contacto con numerosos no creyentes. "Me ha sorprendido mucho cómo una belleza desarmada, cuando se plantea el cristianismo como tal, (haga que) tantas personas alejadas del cristianismo, puedan sentirse atraídas" refirió el sacerdote. "He presentado con comunistas, con nacionalistas catalanes, con agnósticos, con profesores, periodistas y me sorprende que cuando encuentran una cosa así tengan interés (...). Esto es el inicio de un diálogo que tantas veces continúa con las personas que encuentro, aunque tengan puntos de partida distantes desde el punto de vista cultural o ideológico".