Como es?
Aunque genéricamente se denomina a estos peces tachuelas blancas o Corydoras albinos, no debe olvidarse que existen formas de las especies C. aeneus y C. paleatus con características que incluyen la ausencia de pigmentos y la coloración roja de los ojos, típica de las estirpes albinas. La especie que presentamos es la tachuela punteada en su variante obtenida por selección artificial, muy distinta de la salvaje, que tiene cuerpo alto, no demasiado largo, de hasta 7 cm de longitud con línea dorsal abombada, casi jibosa, y parte inferior plana. La cabeza, grande, convexa en su parte superior, tiene la boca situada en posición baja y adornada por dos pares de bigotes. Las aletas dorsal y pectorales tienen una espina bastante atilada, que puede causar heridas si se les maneja sin cuidado. La variedad albina tiene un color blanco rosado, en ciertas partes del cuerpo, por transparencia de los tejidos internos, con reflejos dorados más o menos intensos, dependiendo de la incidencia de la luz. Los ojos, redondos y de color rojo rubí ofrecen el contraste cromático de estos pececillos, que si bien existían naturalmente en escasa proporción, han ido el resultado de la labor de los aficionados a los peces de acuario, que trabajaron con las poblaciones salvajes existentes en los fondos de los cursos fluviales de Argentina, Brasil y Uruguay.
Aunque genéricamente se denomina a estos peces tachuelas blancas o Corydoras albinos, no debe olvidarse que existen formas de las especies C. aeneus y C. paleatus con características que incluyen la ausencia de pigmentos y la coloración roja de los ojos, típica de las estirpes albinas. La especie que presentamos es la tachuela punteada en su variante obtenida por selección artificial, muy distinta de la salvaje, que tiene cuerpo alto, no demasiado largo, de hasta 7 cm de longitud con línea dorsal abombada, casi jibosa, y parte inferior plana. La cabeza, grande, convexa en su parte superior, tiene la boca situada en posición baja y adornada por dos pares de bigotes. Las aletas dorsal y pectorales tienen una espina bastante atilada, que puede causar heridas si se les maneja sin cuidado. La variedad albina tiene un color blanco rosado, en ciertas partes del cuerpo, por transparencia de los tejidos internos, con reflejos dorados más o menos intensos, dependiendo de la incidencia de la luz. Los ojos, redondos y de color rojo rubí ofrecen el contraste cromático de estos pececillos, que si bien existían naturalmente en escasa proporción, han ido el resultado de la labor de los aficionados a los peces de acuario, que trabajaron con las poblaciones salvajes existentes en los fondos de los cursos fluviales de Argentina, Brasil y Uruguay.