GUÍA PARA SU DETERMINACIÓNEs una especie de aspecto inconfundible, especialmente cuando se halla completamente desarrollada. En cambio, de joven, está cerrada en una envoltura blanca que le da forma esférica. Después se abre y la forma que adquiere al madurar es la de la ilustración, tan significativa que no es necesario efectuar su descripción. Es similar a una reja globosa, con las mallas constituidas por extraños trozos rugosos y frágiles, de color rojo-carmín, surgiendo del tocón de base que es el residuo blanco de la envoltura rota. Tanto cuando joven como cuando adulto, lleva en la parte de la base numerosísimos filamentos miceliares blancos, de ramas cerradas, y recubierta por la así llamada gleba donde se encuentran las esporas inmersas en una especie de mucosidad verduzca. Cuando se deteriora, se reduce a una pasta amarillenta y despide un olor desagradable que, sin embargo, también poseen los ejemplares con poco desarrollo.