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ALCONCHEL DE LA ESTRELLA: Si bien los estudiantes estaban unidos contra el personaje...

Si bien los estudiantes estaban unidos contra el personaje controvertido de Dobeš, no todos estaban convencidos de que había que rechazar el pago de tasas semestrales. Además, muchos no sabían exactamente en qué consistía la reforma de la educación superior, explica el sociólogo. Y eso fue un problema en el momento de salir a la calle.

“Los estudiantes checos todavía no están tan organizados como sus compañeros en el extranjero. No se consideran un grupo social específico con un interés común. Sus opiniones varían mucho. Por ejemplo una gran parte de ellos votó en las últimas elecciones por el partido conservador TOP 09. Eso no es muy común en países como Francia o España. Los estudiantes checos no se dan cuenta de esas diferencias entre ellos. Y esta es la razón por la que las protestas en 2012 perdieron la fuerza y se descompusieron muy rápidamente”.

Otro problema es, según Jan Sládek, el hecho, que a los estudiantes checos no les interesa participar directamente en política.

“Los checos no confían en los partidos políticos. Los representantes de los partidos no asistieron a las protestas. Una parte de los estudiantes señaló que no quería tener nada que ver con la política. Esa es una actitud esquizofrénica. Es como decir queremos cambiar algo, pero no queremos tener el poder de hacerlo”.

A pesar de esto, el sociólogo no descarta la posibilidad de que los estudiantes checos vuelvan a convocar nuevas manifestaciones en el futuro.

“La experiencia de este año fomentó la habilidad de los estudiantes de organizarse. Se dieron cuenta de que disponen de instituciones como por ejemplo los senados académicos y diversas asociaciones que los representan. Así que si van a querer salir a la calle en el futuro, ya tendrán el terreno listo para hacerlo. La infraestructura ya está hecha, ahora habrá que ver si tendrán la motivación para volver a protestar”.

Según los sondeos recientes, el 17 de noviembre es, para 8 de cada 10 checos un día festivo como cualquier otro, que pasan en casa, sin participar en ninguno de los homenajes ni en las manifestaciones de protesta que se celebran cada año. Sin embargo, el legado de los estudiantes checos del año 1939 sigue vivo e inspira a los movimientos estudiantiles en el mundo. Es posible que este 17 de noviembre surjan nuevas protestas en las que los jóvenes saldrán a defender sus derechos y los de los demás.

La actual juventud checa no parece estar lista para tomar las calles para exigir cambios sociales. Tal vez aún no ha llegado el momento de hacerlo. Esperemos que en el futuro, los estudiantes checos estén vigilantes como les rogaba el antiguo presidente Václav Havel y no dejen que vaya desapareciendo la democracia por la cual sus compañeros lucharon en el pasado.