Birmingham
En 1960, la población de Birmingham era de 350 000 habitantes, un 65 % eran blancos y el resto negros. 27 Era una de las ciudades que mantenían y aseguraban por medio de la ley local el mayor grado de segregación racial de Estados Unidos en todos los aspectos de la vida, y tanto en los establecimientos públicos como en los privados. 28 En esa época, solo el 10 % de la población negra estaba inscrita en las listas electorales29 y su nivel de vida medio era menos de la mitad que el de los blancos, y los salarios para un mismo puesto eran, por lo general, muy inferiores. 30
Birmingham no tenía ni policías, ni bomberos, ni tenderos, ni directores ni empleados de banca negros; los empleos para la población negra estaban limitados a los trabajos manuales en las acerías. Una secretaria negra no podía trabajar para un patrón blanco. El desempleo entre los negros era dos veces y medio más elevado que el de los blancos. 31 Cincuenta atentados racistas no aclarados entre 1945 y 1962 dieron a la ciudad el sobrenombre de «Bombingham».32 Las iglesias negras donde se discutía sobre los derechos civiles fueron objetivos preferentes33 y la ciudad fue particularmente violenta contra los Freedom Riders.
Un responsable local de los derechos civiles, el pastor Shuttlesworth, intentó luchar a través de la justicia para que se desegregasen los parques de la ciudad, pero la ciudad reaccionó cerrándolos. El domicilio y la iglesia donde el pastor ejercía fueron entonces objeto de varios atentados con bomba. 34 Tras la detención de Shuttlesworth en 1962 por haber violado las leyes segregacionistas y que una petición al alcalde hubiese sido tirada a la papelera, según el propio alcalde, 35 el pastor pidió la ayuda de Martin Luther King y del SCLC, subrayando el papel crucial de Birmingham en la lucha nacional por la igualdad racial. 36
Las protestas comenzaron por un boicot en la Pascua de 1963 para animar a los jefes de empresas a que abriesen los empleos de vendedores y otros puestos a las personas de todas las razas, y para detener la segregación en las tiendas, manifestada, por ejemplo, en la existencia de cajas de cobro reservadas exclusivamente para los blancos.
Dado que los dirigentes económicos resistieron al boicot, Martin Luther King y el SCLC empezaron lo que habían bautizado como el proyecto C, una serie de manifestaciones no violentas, como las sentadas en restaurantes y bibliotecas, el arrodillamiento de personas negras en las iglesias reservadas a los blancos, marchas de protesta pacíficas, etc.; todo ello con la finalidad de provocar arrestos.
Martin Luther King resumió la filosofía de la campaña de Birmingham de la siguiente manera: 37
El objetivo de […] la acción directa es crear una situación de crisis generalizada que abra inevitablemente la puerta a las negociaciones.
Él mismo fue arrestado el 13 de abril. Durante su estancia en la cárcel, escribió la famosa Carta desde la cárcel de Birmingham (Letter from Birmingham Jail), un ensayo donde define su lucha contra la segregación y que constituye una apasionada declaración de su cruzada por la justicia y la vida.
En tales circunstancias, recibió el apoyo directo del presidente John Fitzgerald Kennedy, y su mujer Coretta el de Jacqueline Kennedy; fue liberado una semana después.
Aunque la campaña no disponía ya de demasiados voluntarios, los organizadores, a pesar de las vacilaciones de Martin Luther King, 38 reclutaron a estudiantes y niños en una maniobra que fue denominada por los medios como «la cruzada de los niños».
El 2 de mayo, cientos de estudiantes de todas las edades fueron preparados y entrenados para participar pacíficamente en las manifestaciones. Fueron arrestados violentamente por la policía que utilizó perros, y también chorros de agua a alta presión de una potencia tal que podían romper la ropa o levantar a una niña por encima de un coche. 39 Como reacción, y a pesar de las instrucciones del SCLC, los padres y los guías comenzaron a tirar objetos contra la policía, aunque fueron corregidos por los organizadores.
La decisión de utilizar a los niños aun en una manifestación no violenta fue muy criticada, entre otros por el ministro de Justicia Robert Francis Kennedy y por el activista Malcolm X, quien declaró que «los verdaderos hombres no ponen a sus niños en el punto de mira».40
Martin Luther KIng, que se mantuvo callado y fuera de la ciudad cuando uno de sus amigos organizaba las manifestaciones infantiles, entendió el éxito del acontecimiento y declaró en una celebración religiosa que: 41
Este día me ha inspirado y conmovido y nunca había visto cosa igual.
Las escenas de violencia policial, reproducidas ampliamente por los medios, provocaron la reacción internacional y sacaron a la luz la segregación racial existente en el sur de los Estados Unidos. El senador de Oregón, Wayne Morse, comparó Birmingham con el apartheid en África del Sur. 42 Las cárceles se llenaron y varios niños se presentaron directamente ante ellas cantando para ser arrestados. La ciudad estuvo al borde del hundimiento civil y económico porque todos los comercios del centro dejaron de funcionar.
El gobernador George Wallace envió a la policía del Estado para apoyar al jefe de la policía local. Robert Kennedy mandó el 13 de mayo a la Guardia Nacional para evitar que se desbordasen los acontecimientos como consecuencia de sendos atentados con bomba contra un hotel donde se había alojado Martin Luther King y contra la casa del hermano de este, que había derivado en una manifestación contra la policía.
El 21 de mayo dimitió el alcalde, el jefe de policía fue relevado y en junio todos los carteles segregacionistas fueron eliminados y los lugares públicos abiertos a las negros. 43
Al final de la campaña, la reputación de Martin Luther King se había reforzado considerablemente44 y Birmingham se convirtió en un elemento importante para el éxito de la futura marcha sobre Washington.
El domingo 15 de septiembre, un atentado con bomba del Ku Klux Klan contra la iglesia bautista de la calle 16 durante el momento de la oración causó la muerte de cuatro muchachas negras e hirió a 22 niños. El ataque provocó la indignación nacional y reforzó el movimiento de los derechos civiles.
En 1960, la población de Birmingham era de 350 000 habitantes, un 65 % eran blancos y el resto negros. 27 Era una de las ciudades que mantenían y aseguraban por medio de la ley local el mayor grado de segregación racial de Estados Unidos en todos los aspectos de la vida, y tanto en los establecimientos públicos como en los privados. 28 En esa época, solo el 10 % de la población negra estaba inscrita en las listas electorales29 y su nivel de vida medio era menos de la mitad que el de los blancos, y los salarios para un mismo puesto eran, por lo general, muy inferiores. 30
Birmingham no tenía ni policías, ni bomberos, ni tenderos, ni directores ni empleados de banca negros; los empleos para la población negra estaban limitados a los trabajos manuales en las acerías. Una secretaria negra no podía trabajar para un patrón blanco. El desempleo entre los negros era dos veces y medio más elevado que el de los blancos. 31 Cincuenta atentados racistas no aclarados entre 1945 y 1962 dieron a la ciudad el sobrenombre de «Bombingham».32 Las iglesias negras donde se discutía sobre los derechos civiles fueron objetivos preferentes33 y la ciudad fue particularmente violenta contra los Freedom Riders.
Un responsable local de los derechos civiles, el pastor Shuttlesworth, intentó luchar a través de la justicia para que se desegregasen los parques de la ciudad, pero la ciudad reaccionó cerrándolos. El domicilio y la iglesia donde el pastor ejercía fueron entonces objeto de varios atentados con bomba. 34 Tras la detención de Shuttlesworth en 1962 por haber violado las leyes segregacionistas y que una petición al alcalde hubiese sido tirada a la papelera, según el propio alcalde, 35 el pastor pidió la ayuda de Martin Luther King y del SCLC, subrayando el papel crucial de Birmingham en la lucha nacional por la igualdad racial. 36
Las protestas comenzaron por un boicot en la Pascua de 1963 para animar a los jefes de empresas a que abriesen los empleos de vendedores y otros puestos a las personas de todas las razas, y para detener la segregación en las tiendas, manifestada, por ejemplo, en la existencia de cajas de cobro reservadas exclusivamente para los blancos.
Dado que los dirigentes económicos resistieron al boicot, Martin Luther King y el SCLC empezaron lo que habían bautizado como el proyecto C, una serie de manifestaciones no violentas, como las sentadas en restaurantes y bibliotecas, el arrodillamiento de personas negras en las iglesias reservadas a los blancos, marchas de protesta pacíficas, etc.; todo ello con la finalidad de provocar arrestos.
Martin Luther King resumió la filosofía de la campaña de Birmingham de la siguiente manera: 37
El objetivo de […] la acción directa es crear una situación de crisis generalizada que abra inevitablemente la puerta a las negociaciones.
Él mismo fue arrestado el 13 de abril. Durante su estancia en la cárcel, escribió la famosa Carta desde la cárcel de Birmingham (Letter from Birmingham Jail), un ensayo donde define su lucha contra la segregación y que constituye una apasionada declaración de su cruzada por la justicia y la vida.
En tales circunstancias, recibió el apoyo directo del presidente John Fitzgerald Kennedy, y su mujer Coretta el de Jacqueline Kennedy; fue liberado una semana después.
Aunque la campaña no disponía ya de demasiados voluntarios, los organizadores, a pesar de las vacilaciones de Martin Luther King, 38 reclutaron a estudiantes y niños en una maniobra que fue denominada por los medios como «la cruzada de los niños».
El 2 de mayo, cientos de estudiantes de todas las edades fueron preparados y entrenados para participar pacíficamente en las manifestaciones. Fueron arrestados violentamente por la policía que utilizó perros, y también chorros de agua a alta presión de una potencia tal que podían romper la ropa o levantar a una niña por encima de un coche. 39 Como reacción, y a pesar de las instrucciones del SCLC, los padres y los guías comenzaron a tirar objetos contra la policía, aunque fueron corregidos por los organizadores.
La decisión de utilizar a los niños aun en una manifestación no violenta fue muy criticada, entre otros por el ministro de Justicia Robert Francis Kennedy y por el activista Malcolm X, quien declaró que «los verdaderos hombres no ponen a sus niños en el punto de mira».40
Martin Luther KIng, que se mantuvo callado y fuera de la ciudad cuando uno de sus amigos organizaba las manifestaciones infantiles, entendió el éxito del acontecimiento y declaró en una celebración religiosa que: 41
Este día me ha inspirado y conmovido y nunca había visto cosa igual.
Las escenas de violencia policial, reproducidas ampliamente por los medios, provocaron la reacción internacional y sacaron a la luz la segregación racial existente en el sur de los Estados Unidos. El senador de Oregón, Wayne Morse, comparó Birmingham con el apartheid en África del Sur. 42 Las cárceles se llenaron y varios niños se presentaron directamente ante ellas cantando para ser arrestados. La ciudad estuvo al borde del hundimiento civil y económico porque todos los comercios del centro dejaron de funcionar.
El gobernador George Wallace envió a la policía del Estado para apoyar al jefe de la policía local. Robert Kennedy mandó el 13 de mayo a la Guardia Nacional para evitar que se desbordasen los acontecimientos como consecuencia de sendos atentados con bomba contra un hotel donde se había alojado Martin Luther King y contra la casa del hermano de este, que había derivado en una manifestación contra la policía.
El 21 de mayo dimitió el alcalde, el jefe de policía fue relevado y en junio todos los carteles segregacionistas fueron eliminados y los lugares públicos abiertos a las negros. 43
Al final de la campaña, la reputación de Martin Luther King se había reforzado considerablemente44 y Birmingham se convirtió en un elemento importante para el éxito de la futura marcha sobre Washington.
El domingo 15 de septiembre, un atentado con bomba del Ku Klux Klan contra la iglesia bautista de la calle 16 durante el momento de la oración causó la muerte de cuatro muchachas negras e hirió a 22 niños. El ataque provocó la indignación nacional y reforzó el movimiento de los derechos civiles.